Hoy quiero que hagas esta pequeña reflexión. Si todo lo que quieres lograr o tener, lo pudieras tener tal y como eres actualmente ya lo hubieras logrado.
El crecimiento cuesta, duele, incomoda. Cuando crecemos existe una expansión por mínima que sea en nosotros, somos en algo mejor o más grandes que lo que éramos antes.
Cuando somos niños, adolescentes y jóvenes ese crecimiento es fácilmente visible, lo notamos en nuestros zapatos y en la ropa que usamos, de repente eso que tenemos ya no nos queda y necesitamos algo nuevo.
Pero qué pasa cuando hemos culminado todo el sistema escolar desde el kínder hasta obtener un título universitario. ¿Qué es lo que sigue? ¿Cómo seguir avanzando o aprendiendo?, puede ser tu caso, de pronto y hasta con cierta facilidad has logrado culminar con todo lo que una sociedad ha desarrollado, sin embargo, tienes estas preguntas, que nacen de la confusión que está en tu interior al no tener completamente la seguridad de cómo seguir creciendo.
Mientras estamos en la escuela el crecimiento es de alguna manera medible, cada año debemos estar en un grado más alto, si no logramos pasar de un nivel a otro sabemos que en algo nos hemos equivocado; sin que el sistema escolar sea perfecto de alguna forma trata de incentivar el avance en nuestras vidas.
En este punto, lo que me ha servido, es que mi crecimiento se da por las metas que me trazo y la visión de mi vida a largo plazo, son eso sueños los que quiero alcanzar lo que marcan el ritmo, me invitan a mejorar, pero sobre todo me retan a convertirme en alguien mejor.
Tengo claro que como soy en este momento no puedo tener lo que anhelo tener, porque si fuera así y si fuera fácil ya lo tendría, necesito cambiar, necesito convertirme en alguien mejor y eso solo vendrán siendo intencional, con esfuerzo y con disciplina.
Es muy probable que tú estés en la misma situación, quizás esto que acabas de leer en algo te pueda ayudar.
Un abrazo.